El district heating o calefacción urbana permite tratar los residuos municipales y similares que no se han podido reciclar y generar energía en forma de electricidad, vapor o agua caliente.
La actual crisis energética ha puesto de relieve la dependencia de los combustibles fósiles, además de la dependencia de fuentes de energía del exterior.También este entorno convulso ha demostrado que existe un gran potencial no aprovechado en el tratamiento eficiente de los residuos.
España está a la cola de los países de la Unión Europea en materia de gestión de residuos. Actualmente, según las últimas cifras del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, se destinan al vertedero 11,8 millones de toneladas de residuos.
En este contexto, según Aeversu, la Asociación de Empresas de Valorización Energética de Residuos Urbanos, destaca el papel de la valorización energética como una palanca adicional a activar para solucionar la crisis energética y evitar la dependencia de combustibles fósiles.
Las instalaciones tratan los residuos municipales y similares que no se han podido reciclar y generan energía en forma de electricidad, vapor o agua caliente. El agua caliente, dependiendo de la infraestructura local, puede enviarse a las redes de calefacción o refrigeración urbanas cercanas, proporcionando una fuente de calefacción asequible, fiable y libre de fósiles a las comunidades locales.
En la actualidad, alrededor del 10% de la energía suministrada a las redes europeas de calefacción urbana procede de plantas de valorización energética. Traducido en cifras y según los últimos datos de Cewep (Confederación de plantas europeas de valorización energética), las instalaciones de Europa generan con el tratamiento de los residuos no reciclables 96.000 millones de kWh de calor, suministrando calefacción a 16 millones de habitantes.
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